Dos de cada tres españoles prefieren preguntar a la IA antes que a un médico: el autodiagnóstico se dispara

Dos de cada tres personas en España ya recurren a herramientas de Inteligencia Artificial para consultar dudas de salud. Es la principal conclusión del estudio ’Los peligros del autodiagnóstico digital’, elaborado por Línea Directa junto a especialistas de la Universidad Camilo José Cela, que alerta de una creciente dependencia tecnológica para resolver inquietudes relacionadas con la salud física y emocional.

El informe revela un cambio de hábitos significativo: el 66% de la población utiliza la IA para informarse sobre síntomas o dolencias, y uno de cada cuatro (24,8%) reconoce que su primera reacción ante un problema de salud es acudir a un buscador, a un influencer o a un chatbot de IA, antes que consultar a un profesional. El fenómeno es especialmente intenso entre los más jóvenes: nueve de cada diez personas de entre 16 y 19 años se autodiagnostican digitalmente de forma habitual.

MOTIVOS Y REPARTO POR GRUPOS SOCIALES. La preferencia por la IA, especialmente acusada entre los jóvenes, se explica por factores como la disponibilidad inmediata, la rapidez de respuesta o la posibilidad de realizar consultas de manera anónima. Entre quienes presentan peor estado emocional, la búsqueda de “intimidad” y “no sentirse juzgados” pesa aún más.

El estudio señala diferencias de género: el 55% de las mujeres recurre a la IA por privacidad, frente al 45% de los hombres. También existe una brecha generacional: el 35% de los jóvenes frente al 7% de los mayores.

A escala territorial, Cataluña (24%), la Región de Murcia (22,1%) y Canarias (21,4%) son las comunidades con mayor uso intensivo de estas herramientas. En el extremo opuesto se sitúan Galicia, Castilla y León y Cantabria.

En este contexto, a nivel nacional el 18,5% de la población utiliza frecuentemente o muy frecuentemente la IA para consultar dudas de salud, lo que consolida el uso de estas herramientas como hábito ya cotidiano.

LA IA COMO TERAPEUTA DIGITAL. El uso de la IA no solo afecta a consultas físicas: también está moldeando la forma en la que los españoles gestionan su salud mental. El informe apunta a que la mitad de las personas diagnosticadas de ansiedad o depresión consulta a la IA casi a diario, lo que puede agravar el malestar.

Los expertos advierten del círculo vicioso: a más inquietud emocional, más búsquedas compulsivas de síntomas, lo que incrementa la preocupación. Es el comportamiento conocido como cibercondría, impulsado ahora por la disponibilidad de herramientas generativas capaces de ofrecer respuestas detalladas -pero no siempre fiables- sobre patologías o diagnósticos.

RECOMENDACIONES PARA UN USO RESPONSABLE. El estudio subraya que la IA puede ser útil para entender conceptos básicos o resolver dudas generales, pero no debe sustituir en ningún caso a un profesional sanitario. Entre las recomendaciones para evitar un mal uso destacan:

• Utilizar la IA con cautela y espíritu crítico.
• No aceptar diagnósticos ni tratamientos sin respaldo médico.
• Evitar búsquedas compulsivas de síntomas.
• Priorizar la consulta con profesionales ante cualquier preocupación persistente.
• Identificar las emociones que impulsan la búsqueda.

Los expertos recuerdan que la tecnología puede complementar la información, pero el autodiagnóstico digital no garantiza precisión y, en algunos casos, puede incrementar la ansiedad o retrasar una atención adecuada.