Fin a la era fósil: las energías solar y eólica cubren toda la nueva demanda eléctrica mundial en 2025
- Unos primeros meses del año marcados por cifras récord en solar y eólica frente al freno fósil
- Nuevos patrones de consumo y clima que influyen en la evolución de la demanda
Un punto de inflexión. Por primera vez, el avance de la solar y la eólica ha sido tan rápido que ha logrado cubrir toda la nueva demanda mundial de electricidad en los tres primeros trimestres de 2025. El dato, del think tank Ember, congela la generación con combustibles fósiles y anticipa el primer año sin crecimiento para carbón y gas desde la pandemia, pese al mayor consumo global.
El informe Global Electricity Review 2025 de Ember ya apuntaba en 2024 que las energías limpias superaron el 40% de la generación eléctrica mundial, con la solar como motor. Los datos de 2025 confirman la aceleración: la energía limpia crece por encima de la propia demanda eléctrica.
Un 2025 de récord para las renovables
Las cifras son claras. En los nueve primeros meses de 2025, la solar sumó 498 TWh, un 31% más, ya por encima de toda su producción de 2024. La eólica añadió 137 TWh (+7,6%). En total, 635 TWh de nueva energía limpia, sobrepasando el aumento de la demanda mundial, que fue de 603 TWh (+2,7%).
El empuje renovable ha frenado a los combustibles fósiles, cuya generación cae un 0,1%. Ember prevé que el crecimiento de la energía fósil será nulo en 2025. Pesa el descenso en China e India, suficiente para compensar repuntes en la UE y Estados Unidos.
La energía solar, motor indiscutible del cambio
La solar se consolida como protagonista. En 2025 crece más de tres veces que cualquier otra fuente eléctrica. Además de su efecto climático, refuerza la independencia energética. Lo vimos este verano, cuando la energía solar se coronó en Europa.
“El crecimiento récord de la energía solar y el estancamiento de los combustibles fósiles en 2025 demuestran cómo la energía limpia se ha convertido en el motor del sector eléctrico”, señala Nicolas Fulghum, analista sénior de Ember. “China, la mayor fuente de crecimiento de combustibles fósiles, ha dado un giro decisivo, lo que indica que ya no es necesario depender de ellos para cubrir la demanda”, añade.
El clima y el almacenamiento, factores clave
El tiempo atmosférico también ha ayudado. A diferencia de 2024, marcado por olas de calor, 2025 llega con temperaturas más suaves y ralentizando el crecimiento de la demanda eléctrica del 4,9% al 2,7% en el mismo periodo.
Con una generación renovable masiva pero intermitente, subraya la importancia de sistemas de respaldo. En este contexto, el almacenamiento energético se multiplica y se vuelve pieza clave para estabilizar la red y aprovechar cada kWh limpio.
Los datos de 2025 abren una nueva etapa de la transición. Sin grandes crisis de por medio, las energías limpias crecen por encima de la demanda. El siguiente capítulo será ver con qué solidez se mantiene esta tendencia y si certifica el inicio del declive definitivo de los combustibles fósiles.
Fuente de la imagen principal: Freepik
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