
MasOrange usará los datos de 30 millones de clientes para ganar dinero con publicidad: así afecta a tu privacidad
- Presume de poder procesar 24.000 millones de datos en segundos para crear audiencias muy precisas y campañas más efectivas
- El grupo asegura que la información será anonimizada y voluntaria, aunque surgen dudas sobre los límites del control real de los usuarios
MasOrange ha lanzado una nueva y ambiciosa plataforma publicitaria, “Advertising”, con la que pretende competir directamente con gigantes como Google y Meta. La clave de su estrategia, y el centro de la polémica, es el uso de los datos de sus más de 30 millones de clientes para ofrecer a las marcas una hipersegmentación nunca antes vista en el sector de las telecomunicaciones en Europa.
La nueva división de negocio, presentada oficialmente por la compañía, promete a los anunciantes la capacidad de dirigir sus campañas basándose en “intereses, hábitos de consumo o estilo de vida” de los usuarios. Según MasOrange, esta información será siempre anonimizada y se utilizará previo consentimiento del cliente, asegurando que no se generará más spam, sino publicidad más relevante.
Sin embargo, el anuncio ha encendido las alarmas sobre la privacidad, ya que la operadora posee un conocimiento profundo de la actividad de más del 50% de los hogares en España, lo que plantea serias dudas sobre hasta qué punto los datos pueden ser verdaderamente anónimos.
PLAN: HACER DINERO. El objetivo de MasOrange es claro: monetizar el enorme volumen de datos que gestiona. La compañía aspira a que esta nueva división genere un valor superior a los 500 millones de euros a medio plazo. Para ello, ha desarrollado una plataforma tecnológica propia capaz de analizar 24.000 millones de datos en apenas dos segundos, permitiendo crear perfiles de audiencias increíblemente detallados para las marcas.
La operadora defiende que su propuesta es una solución innovadora y eficaz, pero la realidad es que convierte los hábitos de vida de sus clientes en el producto principal de su nuevo negocio publicitario.
Este movimiento se enmarca en una estrategia de diversificación de MasOrange, buscando nuevas vías de ingresos más allá de la conectividad tradicional. Una estrategia que también se ha visto reflejada en otras áreas de negocio, como demuestra la reciente venta de su comercializadora de energía a Endesa, deshaciéndose de activos para concentrarse en negocios donde sus datos de cliente son el mayor valor. Mientras por un lado se desprenden de su cartera energética, por otro profundizan en la explotación de la información de sus usuarios.
Con este lanzamiento, MasOrange no solo entra de lleno en el mercado publicitario, sino que abre un debate sobre los límites de la privacidad y el uso que las operadoras de telecomunicaciones hacen de la información de sus clientes. Aunque la compañía insiste en el cumplimiento de la legalidad y el consentimiento, la línea que separa la personalización de la vigilancia se vuelve cada vez más fina, y los usuarios se enfrentan a la disyuntiva de ceder su privacidad a cambio de servicios supuestamente más eficientes.
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