
¿Por qué los jóvenes ya no contratan seguros de vida? Estas son las razones
- Las pólizas tradicionales pierden fuerza: su peso en carteras ha caído un 23% en 15 años
- Los menores de 40 exigen flexibilidad, beneficios en vida y productos que acompañen su bienestar
Un cambio demográfico global y las nuevas expectativas de los consumidores están obligando al sector de los seguros de vida a reinventarse. Para captar la atención de los menores de 40 años, las aseguradoras deben pasar de ofrecer seguros de vida a proporcionar seguros para vivir, con beneficios tangibles y flexibles a lo largo de la vida del cliente.
El sector de los seguros de vida se enfrenta a una realidad ineludible: los modelos tradicionales ya no resuenan con las generaciones más jóvenes. En los últimos 15 años, la participación de los seguros de vida en las carteras de inversión individuales ha disminuido un 23%, y se prevé que las primas globales crezcan a un ritmo de apenas el 0,9% hasta 2040. Ante este panorama, el Informe Mundial de Seguros de Vida 2026 de Capgemini, basado en encuestas a más de 6.000 consumidores menores de 40 años y 200 ejecutivos de aseguradoras, arroja luz sobre el camino a seguir.
La principal conclusión del informe es que la mayor oportunidad de crecimiento reside en los "seguros para toda la vida". Este nuevo enfoque se centra en ofrecer valor inmediato y tangible, una propuesta que resulta especialmente atractiva para el segmento de menores de 40 años. Este grupo demográfico no solo representa un perfil de riesgo más bajo, sino que también está en una etapa de acumulación de riqueza.
EL CAMBIO DEMOGRÁFICO. El envejecimiento de la población es una tendencia global que impacta directamente en el sector asegurador. Para el año 2050, se estima que el 22% de la población mundial tendrá más de 60 años, en comparación con el 15% en 2025. Al mismo tiempo, el porcentaje de jóvenes se reducirá al 42%, una cifra que se mantendrá estable en términos absolutos, un hecho sin precedentes en la historia moderna. Estos cambios demográficos profundos están transformando la economía y las estructuras sociales a nivel mundial, lo que exige una adaptación por parte de las aseguradoras.
Las preferencias de los consumidores más jóvenes son claras: buscan herramientas financieras que les ofrezcan beneficios a lo largo de su vida, no solo en caso de fallecimiento. Los "beneficios en vida" convierten al seguro de vida en una herramienta financiera activa que promueve el bienestar y ayuda a vivir mejor. Las tres prestaciones más valoradas por este grupo son:
- Flexibilidad financiera: el 48% desea poder realizar retiros de efectivo para afrontar eventos importantes de la vida.
- Bienestar y salud: un 41% valora los beneficios que apoyan un estilo de vida saludable.
- Cobertura ante enfermedades graves: el 39% considera crucial tener un respaldo financiero en caso de una enfermedad crítica o terminal.
A pesar de que el 68% de los adultos menores de 40 años considera que los seguros de vida son esenciales para un futuro financiero saludable, la oferta actual no se alinea con sus prioridades, lo que dificulta su adopción.
ESTRATEGIAS PARA CONECTAR. Para reactivar el crecimiento y atraer a los clientes más jóvenes, las aseguradoras deben enfocarse en tres áreas clave:
- Nuevas realidades competitivas: es fundamental adoptar soluciones como los seguros integrados para competir con otras instituciones financieras y plataformas de bienestar que ya ofrecen el valor inmediato que buscan los menores de 40 años.
- Reinvención de productos: la clave está en incorporar beneficios en vida, ofrecer coberturas dinámicas y facilitar la portabilidad de las pólizas para fomentar la lealtad a largo plazo.
- Distribución como interacción: se deben implementar modelos de asesoramiento híbridos que combinen la comodidad de las interacciones digitales con la experiencia y el trato humano.
UNA NUEVA VISIÓN. La transición hacia un modelo de "seguro para toda la vida" requiere una implementación decidida y enfocada en tres prioridades. Primero, soluciones flexibles y modulares, ya que es necesario simplificar los procesos de suscripción, personalizar las tarifas y utilizar la gamificación para mejorar la participación del cliente.
Además, la capacitación de los agentes, a los que se les debe dotar de herramientas de inteligencia artificial y análisis de datos para que puedan ofrecer una orientación personalizada y fluida a través de todos los canales de comunicación. Por último, son necesarias estrategias de ecosistema. La colaboración con empresas de servicios financieros, bienestar y recursos humanos es clave para integrar los seguros de vida en las experiencias cotidianas de los consumidores.
Las aseguradoras que logren adaptarse a estas nuevas demandas y expectativas no solo recuperarán cuota de mercado, sino que liderarán la industria al construir relaciones sólidas y duraderas con la próxima generación de clientes.
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