
Así mejora Santalucía su lucha antifraude gracias a la IA
- El 86% de los casos con engaño probado se cierran ya en un máximo de seis días
- Cada intento de estafa descubierto evita que su coste repercuta en el precio de las primas de los clientes honestos
La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta decisiva para el sector asegurador, y Santalucía es uno de los ejemplos más claros de su aplicación práctica. La compañía ha conseguido duplicar en tres años el ahorro derivado de la detección de fraudes, gracias a un sistema avanzado de análisis de datos y patrones que refuerza la prevención y agiliza la resolución de casos.
Según afirma el grupo asegurador, desde la implementación de sus sistemas de inteligencia artificial, Santalucía ha alcanzado un retorno de inversión del 340%, lo que equivale a generar tres euros por cada euro invertido en la lucha contra el fraude. En paralelo, el ahorro derivado de la detección de irregularidades ha crecido un 110% y el volumen de investigaciones cerradas ha aumentado un 140%, impulsado por la optimización de procesos y la capacitación de los equipos.
RAPIDEZ Y PRECISIÓN EN LA DETECCIÓN. Uno de los avances más destacados es la reducción de los tiempos de resolución. El 86% de los casos con fraude probado se cierran ya en un máximo de seis días, lo que supone una mejora sustancial en la experiencia del cliente. En cuanto a la capacidad de detección, la compañía ha multiplicado por cinco su tasa, pasando del 0,9% en 2021 a una media del 4,6% en tres años, y todo ello manteniendo una precisión superior al 90% en la prueba del fraude.
Para Israel García, gerente de la Unidad de Fraude del Grupo Santalucía, “la aplicación de la tecnología Friss Underwriting, que permite detectar posibles fraudes desde la fase de contratación, hace que el modelo evolucione hacia una prevención proactiva que refuerza el compromiso de la compañía con la calidad del servicio, la protección del cliente y la sostenibilidad del sistema asegurador”.
UN FENÓMENO MUY EXTENDIDO. El fraude supone uno de los grandes retos para las aseguradoras: diferentes estudios estiman que puede alcanzar hasta el 2% del volumen total de primas. En este sentido, la inteligencia artificial se ha convertido en una aliada indispensable, hasta el punto de que el 57% de las compañías ya la utiliza para reducir fraudes en siniestros de hogar.
La experiencia de Santalucía, por tanto, confirma que no se trata de una promesa de futuro, sino de una realidad con resultados medibles. Asimismo, combatir el fraude no solo beneficia a la aseguradora, también protege a los clientes honestos. Cada fraude descubierto es un coste que no se repercute en el precio de las primas y, a su vez, la inteligencia artificial acelera la tramitación de siniestros legítimos, lo que se traduce en una atención más rápida y eficiente para los asegurados.
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