
Las hipotecas fijas del Santander suben de precio: el banco también endurece sus bonificaciones
- El Euríbor se encarece y fuerza a la banca a reajustar márgenes y estrategias a pesar de batir récords de beneficios
- Rentabilidad antes que volumen: el banco prioriza clientes con más productos contratados
El tablero hipotecario se mueve -y no poco-. El Banco Santander ha dado el primer paso y encarece su hipoteca a tipo fijo, elevando el interés del 3,07% al 3,27% TAE. Al mismo tiempo endurece las bonificaciones y reduce el descuento máximo aplicable al 1% TIN. Un giro calculado para proteger márgenes en plena guerra de precios y con los tipos muy volátiles.
La tendencia ya asoma por la puerta: las hipotecas suben. En su estrategia, Santander no solo incrementa el coste final de los préstamos fijos, sino que también ha redefinido las reglas para que sus clientes puedan acceder a un tipo de interés más ventajoso. No está solo: Bankinter, BBVA o ING han ajustado también al alza. Fin, al menos por ahora, de la etapa de hipotecas ultracompetitivas.
NUEVAS CONDICIONES. Aquí cambia el juego porque el sistema de bonificaciones se aprieta. Para lograr la rebaja máxima -ahora del 1% sobre el TIN, antes 1,1%- habrá que cumplir requisitos más duros. La domiciliación de nómina, que antes descontaba un 0,5% con 600 euros, ahora exige un salario mínimo de 1.000 euros mensuales para obtener el mismo descuento. Y lo que era un extra -usar tarjetas de crédito o Bizum- pasa a ser condición necesaria para acceder a esa bonificación principal.
Además, la entidad ha eliminado la bonificación que premiaba la compra de viviendas con alta eficiencia energética. ¿A cambio? Nuevos incentivos para quien se vincule más: invertir 10.000 euros o más en fondos o planes de pensiones podrá rebajar el tipo, junto con los clásicos seguros de hogar y vida.
LA CULPA ES DEL EURIBOR. No es un capricho: el Euríbor lleva tres meses de subidas y en octubre se situó en el 2,187%. Con este contexto, la rentabilidad del negocio hipotecario se resiente. De hecho, Héctor Grisi ya había señalado la preocupación del banco por los reducidos márgenes en España debido a la fuerte competencia en precios. Tocaba ajustar.
El movimiento encaja con la hoja de ruta del grupo, que es priorizar la rentabilidad y aumentar la vinculación de sus clientes a través de productos que generan comisiones recurrentes -seguros, gestión de activos…-. Más relación, más estabilidad.
¿Y lo que viene? Las grandes parecen tenerlo claro: optimizar márgenes en un mercado distinto. Mientras Santander y BBVA baten récords de beneficios, se ajustan productos clave para asegurar la sostenibilidad. Incluso se exploran nuevos formatos: CaixaBank y Santander estudian hipotecas a 70 años. Si llegan, podrían cambiar -y mucho- cómo entendemos pagar una casa durante las próximas décadas.
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