
La OCU recomienda usar tarjetas de pago virtuales para evitar los fraudes online
- Las tarjetas virtuales eliminan la exposición de datos y blindan las compras online frente a clonaciones o phishing
- Expertos y bancos coinciden: la prevención y la digitalización son la mejor barrera contra el fraude
El fraude online no cesa en España, con un aumento alarmante de los ciberdelitos del 26% en el último año, según datos del Ministerio del Interior. Ante esta creciente amenaza, las tarjetas virtuales se consolidan como la herramienta más eficaz para proteger a los consumidores. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado sobre el incremento de estafas como el ‘carding’, donde los delincuentes utilizan datos de tarjetas robadas para realizar compras fraudulentas.
Un informe reciente sobre tendencias de fraude bancario digital en España en 2025 revela un dato preocupante: el 58% de los fraudes son autorizados por las propias víctimas, engañadas mediante técnicas de ingeniería social. Esto demuestra la sofisticación de los ciberdelincuentes y la necesidad de adoptar medidas de seguridad más robustas. Las tarjetas virtuales, diseñadas para un solo uso o con un límite de saldo, ofrecen una capa de protección adicional que minimiza el riesgo.
¿POR QUÉ SON SEGURAS? Las tarjetas virtuales son una versión digital de las tarjetas de pago tradicionales. No existen físicamente, sino que se almacenan en el móvil o en la aplicación del banco. Su principal ventaja reside en la seguridad: para utilizarlas, es necesario desbloquear el dispositivo y, en muchos casos, autorizar cada operación. Además, a menudo tienen una numeración y un CVV distintos a los de la tarjeta física, o incluso se generan para una única compra, lo que las inutiliza para los estafadores.
La OCU ha señalado en repetidas ocasiones las ventajas de estas herramientas financieras, especialmente para las compras por internet. Al no exponer los datos de la tarjeta principal, el riesgo de que sean robados y utilizados en otras transacciones desaparece. La mayoría de los bancos españoles ya ofrecen tarjetas virtuales de forma gratuita, asociadas a cuentas corrientes.
ESTAFAS EN AUGE. El ‘carding’ es una de las estafas que más ha crecido. Los delincuentes clonan los datos de una tarjeta para crear una réplica virtual y realizar pequeñas compras que no levanten sospechas, hasta vaciar la cuenta. Otro método en auge es el phishing, mediante el cual los estafadores suplantan la identidad de empresas o entidades bancarias para que el usuario revele sus datos sensibles. Una vez obtenidos los datos, los delincuentes pueden registrar la tarjeta de la víctima en sus propias billeteras digitales, como Apple Pay o Google Wallet, y realizar compras sin restricciones.
Para evitar ser víctima de estos fraudes, la prevención es clave. Además de utilizar tarjetas virtuales, se recomienda:
- No hacer clic en enlaces sospechosos recibidos por SMS o correo electrónico.
- Verificar siempre la autenticidad de las páginas web antes de introducir datos bancarios.
- Activar las notificaciones del banco para estar al tanto de cualquier movimiento en la cuenta.
- Bloquear la tarjeta inmediatamente a través de la aplicación del banco en caso de detectar un cargo no autorizado y reclamar a la entidad.
En un entorno digital cada vez más expuesto a las amenazas, las tarjetas virtuales no son solo una opción de pago más, sino una necesidad para garantizar la seguridad de nuestras finanzas personales. Su facilidad de uso y el control que ofrecen al usuario las convierten en la mejor defensa contra el fraude online.
Últimas noticias








Comentarios