
Las eléctricas piden salvar la central nuclear de Almaraz para evitar apagones
- Iberdrola, Endesa y Naturgy, ultiman la petición para ampliar su vida útil, cuyo cierre estaba pactado en dos años
- Las dueñas de la central extremeña defienden que la planta es clave para garantizar la estabilidad del sistema
Iberdrola, Endesa y Naturgy, propietarias de la central nuclear de Almaraz, están a punto de solicitar formalmente la extensión de su vida útil más allá de la fecha de cierre pactada para 2027. La decisión, que podría tomarse en una reunión clave el próximo 21 de octubre, supone un giro estratégico en el mapa energético español, impulsado por las advertencias de Red Eléctrica sobre posibles riesgos de apagones y la necesidad de garantizar la estabilidad del sistema eléctrico.
Este movimiento rompe el bloqueo que mantenían las compañías con el Gobierno, ya que hasta ahora las eléctricas condicionaban la continuidad de la planta a contrapartidas fiscales. Sin embargo, la creciente preocupación por la seguridad de suministro y recientes rebajas de impuestos a nivel autonómico han acelerado una decisión que modificará el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC).
¿POR QUÉ AHORA? La urgencia de la situación responde a un plazo inminente: las empresas están obligadas a presentar al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) la documentación para la parada de la central antes de que finalice el mes de octubre. La solicitud de prórroga se produciría justo antes de este hito, en una junta de administradores de CNAT (Centrales Nucleares Almaraz-Trillo) convocada para el próximo martes. Si no se da este paso, el proceso de cierre sería irreversible a partir de marzo de 2026.
La principal razón detrás de este cambio de postura es la “seguridad de suministro”. En reuniones recientes con la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), las eléctricas han defendido que la generación de Almaraz es esencial para dar estabilidad y controlar la tensión de la red eléctrica, especialmente en un escenario con una alta penetración de energías renovables. Según las compañías, su generación síncrona aporta una inercia al sistema que es vital para evitar fluctuaciones y potenciales apagones, como el ocurrido el pasado 28 de abril.
Las eléctricas consideran que retrasar el cierre de Almaraz permitiría no solo mantener un suministro seguro, sino también contener la factura eléctrica y evitar emisiones de CO2, reforzando al mismo tiempo la independencia energética de España.
UN GIRO SENSIBLE. La decisión de pedir la prórroga sin un acuerdo fiscal previo con el Gobierno central llega después de que la Junta de Extremadura y la Generalitat Valenciana rebajaran los impuestos autonómicos a la energía nuclear. Este gesto ha sido interpretado como una señal positiva por parte del sector, que ahora busca consolidar el futuro de la planta.
El futuro de Almaraz es un asunto de gran sensibilidad. La central genera alrededor de 5.000 empleos directos e indirectos en la región. Además, la percepción sobre la energía atómica ha cambiado radicalmente desde que la Unión Europea la calificara en 2022 como una tecnología limpia, crucial para la transición energética y la seguridad de suministro en el continente.
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