
La generación de electricidad renovable rompe su techo histórico en 2024
- La fotovoltaica supera los 40.000 MW y se convierte en la primera fuente de potencia instalada
- El sector eléctrico redujo las emisiones en un 16,8%
- La economía española crece un 3,5% mientras reduce su dependencia del gas y del carbón
El año 2024 marca un antes y un después en la transición energética de España. La producción de energía renovable ha pulverizado todos los récords anteriores, alcanzando un histórico 57,2% del total de la generación eléctrica del país. En un hito sin precedentes, la energía solar fotovoltaica ha superado por primera vez a la eólica en potencia instalada, consolidando el dominio del sol en el mix energético nacional, un fenómeno ya conocido como el “solpasso”.
Este logro se debe a un crecimiento anual del 11,9% en la producción renovable. El impulso ha venido principalmente de un espectacular aumento en la generación hidroeléctrica (+37,6%) y, sobre todo, de la fotovoltaica, que creció un 23,7%.
“SOLPASSO”. La energía solar fotovoltaica ya es la tecnología número uno por potencia instalada en España, superando los 40.000 MW. Este liderazgo se cimienta tanto en las grandes plantas sobre suelo (32.647 MW) como en el auge del autoconsumo, que cerró el año con 8.256 MW instalados en los tejados, una cifra que por sí sola ya supera toda la potencia nuclear del país (7.117 MW).
Este avance de las energías limpias ha tenido un impacto directo y positivo en los objetivos de descarbonización:
- Reducción de emisiones: las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico cayeron un 16,8% respecto a 2023, acumulando un descenso del 75,7% desde 2007.
- Menos dependencia del gas: el uso del gas para generar electricidad se redujo en un 23,4%, disminuyendo su peso en la matriz energética primaria en un 4,6%.
- Carbón residual: el carbón ha quedado relegado a un papel marginal, representando solo el 1,2% del mix para cubrir necesidades puntuales del sistema.
Gracias a esta transición, las emisiones totales de España han descendido en 1,5 millones de toneladas, situando al país en una reducción del 6,3% frente a los niveles de 1990.
CRECIMIENTO ECONÓMICO. Un dato clave es que este hito energético se ha producido en un contexto de fuerte crecimiento económico. El Producto Interior Bruto (PIB) de España aumentó un 3,5% en 2024, mientras que la intensidad energética primaria (la cantidad de energía necesaria para generar una unidad de PIB) se redujo un 1%.
Esto demuestra que la economía española “no sólo crece con fuerza, sino que lo hace con menos emisiones de efecto invernadero, con menos dependencia de los mercados internacionales, con precios más competitivos y de un modo más eficiente”, tal y como afirmó el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, durante la presentación del Balance Energético 2024.
NUEVOS RETOS. A pesar del éxito en el sector eléctrico, el consumo de energía en el transporte experimentó un crecimiento, impulsado por una mayor movilidad, lo que a su vez elevó el consumo de productos petrolíferos un 5,6%.
No obstante, el sector se encuentra en plena transformación. Medidas como las nuevas obligaciones de mezcla de combustibles renovables y el notable aumento en las matriculaciones de vehículos electrificados, que se duplicaron en lo que va de 2025, junto al despliegue de más de 34.000 puntos de recarga, marcan el camino a seguir para descarbonizar también la movilidad.
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