
Freno del coche eléctrico en España: retraso en ventas y objetivos europeos en peligro
- La infraestructura de carga y la falta de incentivos siguen siendo los grandes frenos del sector
- Los fabricantes revisan sus planes de electrificación ante una demanda más débil de lo previsto
El mercado del coche eléctrico en España atraviesa un momento delicado. Mientras Europa aprieta el acelerador hacia la descarbonización, las ventas de vehículos eléctricos han empezado a frenarse por primera vez, justo cuando más se necesitaba que crecieran. Esta situación pone en duda que el país pueda cumplir con los objetivos de reducción de emisiones marcados para 2030.
Aunque los datos de 2025 apuntan a un posible récord con más de 150.000 unidades vendidas, el avance no es suficiente. Según los cálculos del plan europeo ‘Fit for 55’, España debería haber matriculado casi 200.000 coches eléctricos más para ir al ritmo previsto, lo que muestra una clara brecha entre los objetivos políticos y la realidad del mercado.
El mercado del coche eléctrico toca techo
El año 2024 marcó un punto de inflexión. Por primera vez, las ventas de coches 100% eléctricos no crecieron, sino que retrocedieron un 0,8%, hasta las 70.437 unidades. El mercado parece haber pasado de una etapa de expansión a otra de madurez prematura, muy lejos de los incrementos de dos cifras de los últimos años.
Mientras tanto, los coches de combustión vuelven a ganar terreno. Las matriculaciones de diésel y gasolina aumentaron un 9% y hoy, por cada coche eléctrico vendido, se registran 16 de motor tradicional. Los eléctricos puros apenas suponen el 5,8% de las ventas totales, una cuota todavía demasiado baja para una transición energética real.
Los objetivos de Bruselas, cada vez más lejanos
El plan ‘Fit for 55’ de la Unión Europea exige reducir las emisiones un 55% antes de 2030 y prohibir la venta de coches de combustión a partir de 2035. Sin embargo, España no va por el buen camino. Según la patronal de fabricantes ANFAC, para cumplir los objetivos el país debería cerrar 2025 con unas 372.000 unidades electrificadas vendidas, pero de momento solo se ha alcanzado el 42% de esa cifra.
La meta de largo plazo tampoco parece más asequible. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé un parque de 5,5 millones de vehículos eléctricos en 2030, pero el número actual apenas supera las 614.000 unidades, contando también los híbridos enchufables. Para lograrlo, habría que matricular cerca de un millón de coches eléctricos al año, un ritmo que parece inalcanzable con la tendencia actual.
Por qué se ha frenado el coche eléctrico
El estancamiento no responde a una sola causa. La realidad es que confluyen varios factores que están dificultando el crecimiento del coche eléctrico en España:
- Infraestructura insuficiente: España sigue lejos de los objetivos de recarga. A finales del tercer trimestre de 2025 había 52.107 puntos operativos, muy por debajo de los 91.000 necesarios para cumplir la normativa europea. El miedo a no encontrar un cargador sigue siendo uno de los grandes frenos para el consumidor.
- Problemas de fiabilidad: además de pocos, muchos puntos no funcionan correctamente. Según informes del sector, el 22% de los cargadores públicos presenta fallos, y solo el 4% son ultrarrápidos. Esto genera desconfianza y alimenta la idea de que la red eléctrica podría colapsar si la demanda aumenta demasiado rápido.
- Incentivos mal planteados: el Plan MOVES ha ayudado, pero su burocracia y la lentitud en los pagos han limitado su impacto. Los fabricantes piden un sistema más ágil y estable.
- Precios elevados: la mayoría de modelos eléctricos siguen siendo caros. La oferta se ha centrado en gamas altas, lo que frena su acceso al gran público.
La industria recalcula su hoja de ruta
El frenazo del coche eléctrico no solo afecta a España. Fabricantes europeos como Mercedes-Benz, Ford o General Motors ya han suavizado sus planes de electrificación. Incluso Stellantis ha revisado su estrategia ‘Dare Forward 2030’, aplazando lanzamientos para adaptarse a la nueva realidad del mercado.
Ante este panorama, la patronal europea ACEA ha pedido a la Comisión Europea revisar los plazos de 2035. Consideran que los objetivos actuales no reflejan la situación real de la demanda ni las dificultades del mercado. En España, la futura Ley de Movilidad Sostenible podría redefinir los incentivos y las etiquetas medioambientales para adaptarse a este nuevo escenario.
Por ahora, la electrificación sigue siendo el gran reto pendiente del sector automovilístico español: un cambio necesario, pero más complejo -y lento- de lo que se anticipó. En todo caso, recorrer España en coche eléctrico es posible.
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