
Cómo proteger tus electrodomésticos en olas de calor
- El calor extremo puede dañar tus electrodomésticos si no tomas precauciones
- Aprende cómo protegerlos con consejos clave de uso, ubicación y mantenimiento
Con el verano, las temidas olas de calor ponen a prueba no solo nuestra capacidad de soportar altas temperaturas, sino también la de los electrodomésticos y dispositivos electrónicos que usamos a diario. Estos equipos, tan imprescindibles en nuestro día a día para mantenernos frescos y conservar alimentos, pueden sufrir graves daños o reducir su vida útil si no se toman medidas preventivas ante el calor extremo.
El sobrecalentamiento, la sobrecarga de trabajo y los picos eléctricos son solo algunos de los riesgos a los que se ven expuestos. En este artículo vas a descubrir los consejos y medidas más efectivos para minimizar el impacto de las altas temperaturas sobre tus dispositivos, garantizando su correcto funcionamiento y evitando costosas averías.
¿Por qué afectan tanto las olas de calor a los electrodomésticos?
Las olas de calor suponen un desafío técnico para la mayoría de electrodomésticos porque están diseñados para funcionar en un rango específico de temperatura ambiente. Cuando el termómetro sube mucho, los motores y componentes internos de frigoríficos, lavadoras, ordenadores y aires acondicionados se ven obligados a trabajar más intensamente. Esto puede causar sobrecalentamientos, fallos y un mayor desgaste en piezas clave que, a largo plazo, acortan considerablemente su vida útil.
Además, el calor favorece que los aparatos consuman más energía para rendir igual, lo cual incrementa el esfuerzo y la probabilidad de avería. A esto hay que sumar que en verano la demanda eléctrica sube mucho, así que se dan más fluctuaciones y cortes de luz, lo que también afecta negativamente a la electrónica sensible de muchos electrodomésticos.
Qué electrodomésticos y dispositivos son más vulnerables
Prácticamente todo aparato eléctrico puede verse afectado por el calor extremo, pero algunos son especialmente sensibles o críticos en estas situaciones:
- Frigoríficos y congeladores: necesitan disipar bien el calor y, si la cocina está mal ventilada o el motor trabaja sin descanso, pueden sobrecalentarse, gastar más energía y averiarse
- Aires acondicionados y sistemas de climatización: su rendimiento baja si no están bien mantenidos y puede aumentar el riesgo de fallo si las temperaturas exteriores suben demasiado
- Lavadoras, lavavajillas, hornos y microondas: un uso intensivo en horas de mucho calor puede forzar los motores y otros componentes, sobre todo si no se han hecho limpiezas o mantenimientos previos
- Dispositivos electrónicos portátiles como móviles, tablets, ordenadores y routers: las baterías y circuitos internos pueden dañarse fácilmente por la exposición directa al sol o el uso excesivo en entornos calurosos
Consejos prácticos para proteger tus electrodomésticos del calor
1. Limpieza y mantenimiento preventivo
El polvo y la suciedad empeoran el sobrecalentamiento de los electrodomésticos. Antes de la temporada de mayor uso, haz una limpieza a fondo de los serpentines y bobinas traseras del frigo, filtros del aire acondicionado, lavadora y lavavajillas. Unos filtros sucios hacen que el aparato trabaje más y puede provocar fallos costosos.

Además, revisa periódicamente los sistemas de refrigeración y asegúrate de que no hay obstrucciones. Si tienes dudas o no te parece seguro, consulta con el servicio técnico.
2. Colocación estratégica y buena ventilación
Ubicar los electrodomésticos correctamente es la primera línea de defensa frente al calor. Intenta que frigos, congeladores y otros equipos grandes no estén pegados a la pared ni a otros electrodomésticos, ya que esto impide la correcta circulación del aire. Deja el espacio que recomienda el fabricante alrededor y nunca tapes las rejillas de ventilación, especialmente las traseras o laterales. Así evitarás que el motor y los sistemas de refrigeración trabajen más de la cuenta.
Evita a toda costa que los aparatos estén expuestos directamente a la luz solar o cerca de fuentes de calor como hornos o radiadores. Muchas veces, en cocinas pequeñas, los frigoríficos acaban junto a ventanas o cerca del horno, lo que dispara su consumo y el riesgo de avería en verano.
3. Evita sobrecargas y un uso excesivo en horas críticas
Las horas centrales del día son las peores para utilizar electrodomésticos como lavadoras, secadoras, hornos o lavavajillas, especialmente si no hay aire acondicionado en la estancia. Procura usar estos aparatos a primera hora de la mañana o por la noche, cuando la temperatura baja. Esto no solo prolonga la vida útil de los equipos, sino que puede suponer un ahorro energético importante si tienes discriminación horaria.
No sobrecargues lavadoras ni lavavajillas. Seguir las recomendaciones de capacidad del fabricante ayuda a evitar un sobreesfuerzo de los motores y garantiza que el agua y el detergente lleguen a todas las zonas, mejorando el lavado y reduciendo el desgaste mecánico.
4. Monitoriza las señales de alerta y realiza mantenimiento técnico regular
Ruidos extraños, malos olores o un funcionamiento irregular son signos de que algo no va bien. Ante estos síntomas, mejor llamar al servicio técnico cuanto antes, especialmente durante el pico del verano, para evitar averías mayores en plena ola de calor.
Planifica revisiones periódicas de mantenimiento, sobre todo en equipos de alto consumo como el aire acondicionado, antes de que llegue el calor intenso. Esto puede ahorrar disgustos y gastos imprevistos.
5. Protege tus aparatos de los cortes de luz y picos de tensión
Las fluctuaciones eléctricas y apagones veraniegos son un auténtico peligro para la electrónica delicada. Una de las mejores medidas es instalar protectores de tensión en los aparatos más sensibles (frigos, congeladores, climatizadores, ordenadores...). Estos dispositivos cortan el suministro eléctrico cuando hay bajadas o subidas bruscas de tensión y evitan daños graves.
También puedes instalar estabilizadores eléctricos, que mantienen estable la tensión incluso cuando hay picos, así como sistemas SAI/UPS (fuentes de alimentación ininterrumpida) para los equipos más críticos, como ordenadores o sistemas de vigilancia. Estos sistemas, además de proteger frente a picos, proporcionan energía temporal suficiente para los pasos finales al apagar los dispositivos correctamente.
6. Uso responsable y programas Eco
Muchos electrodomésticos modernos cuentan con programas de bajo consumo o modos Eco. Aprovecha estos ciclos especialmente en verano para reducir el esfuerzo interno de los aparatos y el gasto energético. Es una forma sencilla de cuidar tanto tu bolsillo como tus equipos.

7. Precauciones al cargar la batería de dispositivos electrónicos
Las baterías de móviles, tablets y portátiles sufren mucho con el calor. Lo ideal es evitar cargar estos dispositivos por encima del 80% y no dejarlos conectados al cargador durante horas, especialmente si la temperatura ambiente es alta. Dejar los móviles al sol o dentro del coche puede dañar irremediablemente la batería y los componentes internos.
Utiliza fundas con propiedades refrigerantes o disipa el calor sacando del entorno caliente los aparatos portátiles tras un uso intenso. Si puedes, desactiva funciones no necesarias, reduce el brillo y mantén al mínimo las aplicaciones en segundo plano para evitar el sobrecalentamiento.
8. Apaga y desconecta los aparatos que no uses
Electrodomésticos y cargadores conectados sin uso siguen consumiendo energía y pueden sobrecargar la instalación eléctrica, especialmente en días calurosos. Además, mantenerlos desenchufados reduce el riesgo de picos de tensión y bajadas de suministro que los puedan dañar. Esto es especialmente importante en vacaciones o si vas a ausentarte durante varios días.
9. El papel clave del aislamiento y la climatización en casa
Proteger los electrodomésticos también pasa por mantener el hogar fresco. Instalar un buen aislamiento térmico en techos, paredes y ventanas ayuda a que la temperatura interior no suba en exceso, reduciendo el esfuerzo de frigoríficos, aires acondicionados o congeladores.
Utiliza cortinas térmicas, persianas y toldos para bloquear la radiación solar en las horas más intensas. La vegetación en balcones, terrazas o jardines puede contribuir también a refrescar el entorno.
10. Elige y dimensiona bien los dispositivos de protección
Si vas a instalar estabilizadores, protectores de voltaje o UPS, calcula bien la potencia total de los aparatos que vas a conectar y elige un dispositivo sobredimensionado respecto a tus necesidades. Esto garantiza que funcionará correctamente aunque haya picos inesperados de demanda.
Consulta siempre con un electricista profesional para seleccionar e instalar estos equipos, especialmente si tienes dudas sobre el estado de tu instalación eléctrica o necesitas proteger varios electrodomésticos simultáneamente.
Cuidado especial con la electrónica y baterías
Ordenadores, portátiles, móviles y tablets son herramientas que usamos a todas horas, pero su tecnología es muy vulnerable al calor. Si no los necesitas, apágalos o ponlos en modo suspensión. Si vas a la playa o la piscina, protege los dispositivos dentro de una bolsa y nunca los expongas a la luz directa.
Limpia regularmente los ventiladores y entradas de aire de los ordenadores y portátiles. El polvo acumulado impide que el sistema de refrigeración haga su trabajo y aumenta el riesgo de avería.
Consulta siempre las instrucciones del fabricante y estate atento a las recomendaciones
Los manuales y webs oficiales de cada marca suelen incluir recomendaciones específicas para cada modelo sobre colocación, limpieza, uso y protección frente a picos de tensión o altas temperaturas. Es fundamental seguir estas pautas para no perder la garantía y asegurarte de que el aparato rinde al 100% a pesar de las condiciones externas.

Anticiparse a la llegada de las olas de calor, preparar el hogar y mantener los electrodomésticos en perfecto estado son las mejores estrategias para disfrutar del verano sin sorpresas indeseadas. Siguiendo estos consejos, no solo prolongarás la vida útil de tus dispositivos y evitarás reparaciones costosas, sino que también ahorrarás energía y aumentarás la seguridad en casa durante los días más calurosos del año.
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