
Alarmas con cámara en tu hogar: una grieta para que los cibercriminales se queden con tus datos
- Su auge ha aumentado los riesgos de ciberataques en el hogar: más de 7.000 intentos de intrusión en un año
- Contraseñas débiles, firmware sin actualizar y redes inseguras son los fallos más habituales
Muchos hogares confían su seguridad a la instalación de cámaras o alarmas conectadas. Sin embargo, si no se usan correctamente, estos dispositivos pueden convertirse justamente en todo lo contrario: una grieta de entrada para la ciberdelincuencia, que en el ámbito doméstico encuentran un claro objetivo al que dirigirse.
Aunque no existen cifras exactas, es evidente que el número de cámaras de seguridad instaladas en viviendas privadas en España ha crecido en los últimos años y según el informe Spain Smart Home Market, elaborado por la consultora MNSC, el mercado de hogares conectados alcanzó un valor de 3.260 millones de euros en 2023. La tasa de crecimiento anual que se espera, en base a las estimaciones de este mismo documento, será del 21,7% entre 2024 y 2031.
De manera paralela, organismos como el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) confirman un mayor riesgo de ciberataques en el hogar. Así lo atestiguan los más de 97.348 incidentes de ciberseguridad gestionados en 2024. La cifra representa un incremento del 16,6% respecto a 2023, pero resulta aún más llamativo el hecho de que casi 7.500 fueron intrusiones o intentos de acceso no autorizado mayoritariamente dirigidos a entornos domésticos e IoT.
“Muchas personas saben usar los dispositivos, pero no comprenden sus riesgos técnicos, además de que se subestiman el impacto de las filtraciones de los datos personales”, expresa al respecto Hervé Lambert, Global Consumer Operation Manager de Panda Security. “Instalar alarmas conectadas y cámaras de seguridad inteligentes es una idea estupenda, pero solo si se hace bajo criterios de seguridad y privacidad”, continúa. Además, no se debería obviar que las cámaras inteligentes con detección de movimiento o las alarmas conectadas que envían notificiaciones inmediatas al móvil, pueden incrementar la ansiedad e impactar directamente en nuestra salud mental.
ERRORES HABITUALES Y SUS CONSECUENCIAS. Pero, ¿cuáles son exactamente los errores habituales que cometemos y cuáles pueden ser sus consecuencias en la ciberseguridad de nuestro hogar? En realidad, casi todo son fallos muy comunes y, a la vez, muy costosos:
- No cambiar contraseñas por defecto y usar claves débiles por comodidad.
- No instalar actualizaciones de firmware, lo que deja vulnerabilidades abiertas.
- Creer que tu domicilio no es un objetivo atractivo, ignorando que esto mismo los convierte en objetivo fácil para los atacantes
Gestos como estos, aparentemente inocuos, son precisamente las que abren la puerta a situaciones graves que ponen en riesgo nuestra seguridad, como por ejemplo:
- El acceso de los ladrones a nuestras cámaras de seguridad u otros dispositivos de nuestro hogar
- La visión o manipulación de imágenes
- La intercepción de señales de vídeo no cifrado
- El uso de nuestras cámaras para participar en otros ataques masivos
RECOMENDACIONES PARA BLINDAR TU SEGURIDAD. En el lado positivo, evitar estos riesgos es posible, y lo mejor es que proteger alarmas conectadas y cámaras de vigilancia inteligentes no es complicado, solo "hay que actuar en varios niveles de configuración, red, actualizaciones y hábitos de uso", concreta Lambert. En este sentido las buenas prácticas esenciales que recomiendan desde Panda Security y otras fuentes especializadas son:
- Cambiar las credenciales por defecto y crear contraseñas fuertes.
- Activar la autenticación de dos factores (2FA) siempre que sea posible.
- Mantener el firmware actualizado; evita dispositivos sin soporte técnico.
- Segmentar la red Wi-Fi del hogar. Dedica una red exclusiva a alarmas/cámaras.
- Asegurar el router: usa WPA3, cambia contraseñas y desactiva UPnP si no es necesario.
- Desconfiar del acceso remoto desde redes públicas: usa VPN.
- Evitar el almacenamiento en la nube si no está cifrada de extremo a extrem
En definitiva, y como alerta Hervé Lambert, “cada dispositivo conectado es una entrada más que un ciberdelincuente puede vulnerar, y la posibilidad de usarlos como puerta de entrada convierte al hogar inteligente en un objetivo rentable”. Por eso, no basta con asegurar las cerraduras y montar una alarma: el hogar moderno exige una protección digital a la altura.
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