Manos de una persona mayor protegiendo un tarro con monedas de euro, símbolo del ahorro en la jubilación.
Hacienda

Planes de pensiones y Renta 2025: se acaba el tiempo para una reducción fiscal del 40% al rescatar

  • Rescates a los 10 años: la nueva norma que cambia las reglas del juego
  • Caso práctico de cómo planificar el rescate para no disparar el IRPF

La recta final de 2025 llega con una doble urgencia para los ahorradores con planes de pensiones. Por un lado, se acerca la penúltima oportunidad para acogerse a una histórica reducción fiscal del 40% en el IRPF en rescates de aportaciones antiguas. Por otro, desde el 1 de enero entra en vigor una nueva norma que permite rescatar contribuciones con solo diez años de antigüedad. La planificación es clave para maximizar el ahorro y evitar un golpe fiscal inesperado en la declaración de la Renta.

Todos estos movimientos tendrán un impacto directo en el borrador, por lo que es fundamental conocer las claves del nuevo IRPF para tomar decisiones informadas.

Una oportunidad que acaba

Los contribuyentes que se jubilaron a partir de 2015 tienen una oportunidad de oro que no pueden dejar pasar. Existe un régimen transitorio que permite aplicar una reducción del 40% en el IRPF sobre el dinero rescatado de un plan de pensiones que provenga de aportaciones hechas antes del 31 de diciembre de 2006. Este beneficio fiscal, sin embargo, tiene fecha de caducidad: solo puede aplicarse en el año de la jubilación o en los dos ejercicios fiscales siguientes. Para alguien que se jubiló en 2023, por ejemplo, el plazo finaliza el 31 de diciembre de 2025.

Pareja de jubilados escribiendo y revisando papeles financieros en una mesa durante la planificación económica.

Fuente: Freepik

¿Qué significa esto en la práctica? Si un contribuyente rescata 50.000 euros de aportaciones “antiguas” en forma de capital (un cobro único), solo tendrá que tributar por 30.000 euros. Los 20.000 euros restantes quedan exentos, lo que supone un ahorro fiscal muy significativo. No planificar este rescate puede llevar a perder miles de euros en beneficios fiscales.

Rescates a los 10 años

La otra gran novedad que marca el 2025 es un cambio regulatorio muy esperado: a partir del 1 de enero, se podrán rescatar las aportaciones a planes de pensiones que tengan al menos diez años de antigüedad, sin necesidad de justificar contingencias como el paro o una enfermedad grave. En la práctica, esto significa que cada año se liberará el bloque de aportaciones que cumpla una década. Por ejemplo, en 2025 se podrán rescatar las contribuciones realizadas hasta 2015.

Esta medida dota de una mayor liquidez a un producto tradicionalmente “secuestrado” hasta la jubilación, pero también exige un mayor conocimiento de sus implicaciones fiscales.

Hombre mayor revisando documentos financieros frente a su ordenador en casa, preocupado por su pensión.

Fuente: Freepik

Cómo planificar el rescate del plan de pensiones

Rescatar el plan de pensiones sin una estrategia es uno de los mayores errores financieros. El dinero recuperado tributa como rendimiento del trabajo, sumándose al resto de ingresos del año (salario o pensión). Esto puede provocar un salto de tramo en el IRPF, disparando el tipo marginal hasta el 45% o incluso el 47% para las rentas más altas. Estas son algunas estrategias clave que puedes seguir:

  • Combinar capital y renta: la estrategia más recomendada es rescatar en forma de capital la parte de las aportaciones anteriores a 2007 para aplicar la reducción del 40% y, para el resto del dinero, planificar un rescate en forma de rentas periódicas (mensuales, trimestrales, etc.).
  • Esperar al año siguiente a la jubilación: generalmente, es mejor empezar a rescatar el plan al año siguiente de jubilarse, cuando los ingresos suelen ser menores y el tipo marginal del IRPF se reduce.
  • Cuidado con los rescates múltiples: la reducción del 40% solo se puede aplicar al primer y único rescate en forma de capital por cada plan de pensiones. Si se realizan más rescates de este tipo, tributarán al 100%.

Ejemplo práctico

Luisa, de 65 años, se jubiló a finales de 2023 y recibe una pensión pública de 28.000€ anuales. Su plan de pensiones tiene un saldo total de 110.000€, de los cuales 70.000€ corresponden a aportaciones realizadas antes de 2007. El año 2025 es su última oportunidad para aplicar la reducción del 40%.

  • Opción inteligente: durante 2025, Luisa rescata en forma de capital los 70.000€ “antiguos”. Con la reducción del 40% (28.000€), solo añade 42.000€ a su base imponible de ese año. Su tributación total será sobre 28.000€ + 42.000€ = 70.000€. Los 40.000€ restantes los planifica para rescatarlos como una renta mensual de 500€ a partir de 2026, lo que añadirá solo 6.000€ anuales a su base, manteniendo su tipo marginal bajo control.
  • Opción desaconsejada: si Luisa, por desconocimiento, rescatara los 110.000€ de golpe en 2025, el impacto fiscal sería enorme. A su base imponible de 28.000€ sumaría 42.000€ (de la parte con reducción) y 40.000€ (de la parte sin reducción). Tributaría por un total de 110.000€, lo que dispararía su tipo marginal al 45% sobre una porción importante de sus ahorros, pagando una cantidad de impuestos mucho mayor.

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